lunes, 24 de septiembre de 2007

Sorpresa!

En el iempo que trabajaba detras de la barra de un bar...


Ella, llega al local y enseguida consigue captar todas las miradas del personal y de la clientela, se mueve entre la gente con soltura, sin evitar el roce, siempre tiene una sonrisa para todo el mundo, desde la barra la vemos enseguida: pelo negro, largo y rizado, pantalones y top negro ajustado, increibles par bubis, gran fisico.

Se acerca a la barra y enseguida, conforme le va dando la luz, notamos que hay algo que no funciona: Nuez muy marcada, brazos musculosos y depilados, bubis siliconosas e incluso con relleno, voz de hombre (afeminandola) y rasgos faciales masculinos. Un hombre vestido de mujer.

Ella, se acerca a la barra y se pide un combinado, bromeo un rato con ella y ella hace alarde de un vocabulario que sonrojaria hasta a los menos puritanos, la conversación con los garzones se torna a cada instante más verde y más porno.

Ella se habia situado justo en la puertecita de la barra y uno de los garzones , mete la mano por debajo de la apertura hacia la entrepierna de ella y rapidamente la retira con cara de sorpresa, todos nos reimos y ella le guiña un ojo mientras le sonrie, recoge su bebida y se retira hacia la multitud.

Ella volvio unas tres veces a mi barra, acompañada siempre de tres tipos distintos que la invitaban a beber, tras la recopilación de datos despues del trabajo, supe que no solo fueron tres sino que tambien aparecio con tipos distintos en otras barras del local. Tipos que supongo que se llevarian una gran decepción cuando en la calentura del momento palparon el fruto prohibido que pensaban de otro genero, tipos que supongo que si se les pregunta te dirán que a ellos no les ha pasado nunca.

Ella, la verdad, es que se dejaba meter mano sin ningún reparo en público y los tipos ivan un tanto torcidos. Los garzones que trabajan como promotores me dijeron que la vieron salir con un tipaso de pelo rizado que le sobaba las bubis con verdadero afán.

Las dudas asaltan mi mente ¿Lo sabria el tipaso?, ¿le daria igual?, tal vez. Pero supongo que es mejor darse cuenta antes que cuando por fín se desnuda en la intimidad de tu habitación.

La curiosidad me gana y pagaria (no al pie de la letra claro) por ver la cara del "tipaso" cuando se encontro con semejante cambio en el menu del día, es una duda que me asaltará siempre: ¿seguiria adelante?, ¿se espantaria?, ¿le daria igual?, bueno, eso de siempre es un decir, pero es grato saber que alguna de esas famosas leyendas urbanas no son sino el reflejo de la realidad.