domingo, 8 de mayo de 2011

mi mama me mima y yo mimo a mi mama

No sé por dónde empezar, no puedo olvidar nada y al mismo tiempo no quiero compartir un tesoro que aún está creciendo.

Es tan curioso... quisiera describir lo que es delicado, excepcional, glorioso y admirable, y me paraliza una imagen simplona, insignificante, cotidiana...incluso vulgar.

Cuando quiero explicar el amor de mi madre, recuerdo su comida, las sopas ricas que prepara cuando me enfermo o esa leche asada que solo estando grave me prepara.
Si quisiera, que no quiero, contaría su epopeya de amor, la historia de una heroína...pero cuando busco sentir su amor tierno y concreto, vuelvo a oir sus pasos por el pasillo, con una bandeja llena de cosas ricas a excepción del arroz con canela que tanto odio.

Nunca me lo ha dicho, pero creo que he comprendido que el querer maternal no viene de serie, que hay que trabajarlo como cualquier cariño que se aprecie...ella trabaja todo el día y llega a casa cansada, entiendo que no siempre tendrá ni humor ni ganas de partir una barra de pan y preparar una a una aquellas rodajas de ternura...o algo tan necesario como el almuerzo del día siguiente.

No podría tener una mamá mejor que la que ya tengo, SOY AFORTUNADA.
Te Amo Mamá